
Cementerio de La Urz
La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo
El Cementerio de La Urz, ubicado en La Urz, es el principal Cementerio de la región, cuyo incalculable valor procede tanto por su historia como por las maravillas artísticas y sepulturas de individuos ilustres que alberga dentro. Aparte, tiene una zona distinta en exactamente la misma instalación, para aquellas familias que desean inhumar las cenizas de su querido difunto.
Un cementerio para los que quieren paz
Las tumbas, mausoleos y panteones se conceden de este modo por un periodo de casi 100 años en la situación de un cementerio público. Es importante comprender que cada cementerio ya sea público o bien privado tiene una reglamentación diferente sobre esto, por lo que es conveniente informarse correctamente antes de escoger una u otra opción, para ello contacte con Cementerio de La Urz, los datos los puede encontrar más abajo, para ver cuáles son sus normas al respecto.
El recinto está dotado además de numerosas instalaciones pensadas para hacer más confortable la estancia de sus visitantes. Junto al cementerio hay un aparcamiento gratuito designado a los familiares y personas más allegadas. En esos Tanatorios con cementerio puede haber salón de culto, está sala. proporciona la oportunidad de hacer despedidas civiles y religiosas de todo tipo.
Datos del Cementerio de La Urz en León
Los cementerios tienen un trasfondo fascinante que nos facilita comprender un tanto mejor nuestras tradiciones e historia. Más tarde, se decretó una ley que prohibía el depósito de restos humanos en las ciudades por fundamentos de higiene, y empezó la tradición de crear espacios en el campo de manera expresa para este fin.
Prestan una atención personalizada e ininterrumpida durante las 24 horas del día, todos los días del año, mediante personal altamente cualificado, se desplazan al encuentro de la familia e informan de las diferentes configuraciones de servicio de las que disponen, siempre con un trato afable y caluroso, conscientes de lo difícil de esos instantes, y de la particular sensibilidad, delicadeza y compresión que se precisa.