«La muerte no se reparte como si fuera un bien. Nadie anda en busca de tristezas.» (Juan Rulfo)
Los cementerios, desde su fundación, se transformaron en sitios donde, en recuerdo de los difuntos, se levantaban complejos monumentos funerarios en los que se aunaba la arquitectura y las estatuas. El Cementerio Parroquial de Navalcarnero se encuentra en Madrid un lugar que brinda la paz necesaria para que las personas de Navalcarnero, logren conmemorar a aquellos personas queridas que ya no se encuentran entre todos nosotros.
Un espacio para recordar a los seres amados
El Cementerio Parroquial de Navalcarnero es un espacio donde se sepultan los cuerpos y se honra a los muertos en Navalcarnero. Para simbolizar la vida y acordarse a los que por el momento no están, varios tienen jardines y otras áreas verdes.
Desde el Cementerio Parroquial de Navalcarnero, proponen a todos sus clientes un servicio adicional de floristería, ubicado en el mismo cementerio, que posibilita a todos los visitantes los más destacados artículos florales funerarios.
El cuerpo requiere, por lo tanto, un lugar para reposar. Era costumbre en la vieja Roma enterrar a los conocidos cercanos en sus viviendas.
Prestan una atención adaptada e ininterrumpida a lo largo de las 24 horas del día, todos los días del año, por medio de personal altamente preparado, se desplazan al acercamiento de la familia e informan de las diferentes opciones de servicio de las que disponen, siempre con un trato afable y cercano, conscientes de lo difícil de esos momentos, y de la especial sensibilidad, delicadeza y compresión que se precisa.