«La muerte es el remedio de todos los males; pero no debemos echar mano de éste hasta última hora.» (Molière)
Los cementerios, desde su fundación, se hicieron en lugares donde, en recuerdo de los difuntos, se levantaban complejos monumentos funerarios en los que se aunaba la arquitectura y las arte funerario. Además, cuenta con una parte diferente dentro de la misma instalación, para aquellas familias que quieren enterrar las cenizas de su familiar.
Un cementerio para contemplar
Según las reglas, tales entierros son comprados en vida por los parientes del difunto o por el propio difunto. Como es lógico, para evitar el desarrollo de cementerios gigantescos, la propiedad debe tener un límite de tiempo.
El recinto está dotado también de varias instalaciones pensadas para llevar a cabo más confortable la estancia de sus visitantes. Junto al cementerio hay un estacionamiento gratis designado a los familiares y personas más allegadas. En aquellos Tanatorios con cementerio puede haber salón de culto, está salón. ofrece la posibilidad de hacer despedidas civiles y religiosas de todo tipo.
Los cementerios son una sección significativa de nuestra cultura e historia y son el lugar donde descansan nuestros seres amados. Era costumbre en la vieja Roma enterrar a los seres queridos en sus casas.
Prestan una atención adaptada e ininterrumpida a lo largo de las 24 horas del día, todos los días del año, mediante personal altamente cualificado, se desplazan al encuentro de la familia e informan de las distintas configuraciones de servicio de las que disponen, siempre con un trato afable y cálido, conscientes de lo complicado de esos instantes, y de la especial sensibilidad, delicadeza y compresión que se precisa.