
Cementerio de Carbonero de Ahusin
«La muerte no se reparte como si fuera un bien. Nadie anda en busca de tristezas.» (Juan Rulfo)
Los cementerios, desde su fundación, se convirtieron en lugares donde, en recuerdo de los difuntos, se levantaban complejos monumentos funerarios en los que se aunaba la arquitectura y las arte funerario. Aparte, tiene una zona distinta dentro de la misma instalación, para aquellas familias que eligen inhumar las cenizas de su ser querido.
Un lugar para los recordados
De acuerdo con las reglas, tales funerales son comprados en vida por los parientes del difunto o bien por nuestro difunto. Lógicamente, para evitar el avance de cementerios inacabables, la propiedad debe tener un límite de tiempo.
Muchas personas expresan su deseo de que en el momento en que fallezcan sus cenizas sean lanzadas al mar. Otras veces son los familiares quienes escogen esta opción para ofrecer el último adiós a su cercano. Aunque existe la idea extendida de que esta práctica está prohibida, esto no es totalmente cierto pero sí debe realizarse cumpliendo determinadas condiciones.
Información del Cementerio de Carbonero de Ahusin en Segovia
En otras naciones de europa era práctica poner los restos humanos en las cercanías de las iglesias. Era costumbre en la vieja Roma enterrar a los conocidos cercanos en sus viviendas.
La palabra cementerio proviene del término heleno koimetérion, esta palabreja significa dormitorio, porque según la creencia de los cristianos, los fallecidos dormían hasta el día de la resurrección.